Oiga que impresión, después de muchos días logro leer un NOTIVER y me encuentro que las cosas de mal en peor y ni quien se anime a responsabilizarse por el caos que impera en Veracruz. Que los asaltos, secuestros y extorsiones sigan incrementando no me sorprende y menos ahora que he visto de cerca muchas historias sobre procuración e impartición de justicia en el estado. Tampoco me sorprende que los juegos centroamericanos pendan de un hilo como señala el reportaje publicado por Proceso y menos desde luego que la Delegación de Atleta de Puerto Rico se nieguen a participar si no existen las condiciones necesarias para ello… ¿De veras creerá Duarte que los veracruzanos somos idiotas? Peor ¿creerá que las Delegaciones que van a participar en los bien llamadas juegos del hambre, no notarán las carencias, la pobre infraestructura, la inseguridad en las calles, el enojo de la sociedad ante la ineficiencia y corrupción del gobierno estatal?
La noticia de una pequeña secuestrada en la zona sur provoca una rabia infinita por la negligencia oficial ¿Cómo es posible que la alerta Amber se emitiera sólo después que la sociedad marchó enfurecida reclamado justicia? Saben perfectamente que las primeras horas son fundamentales para localizar a las víctimas, que lamentablemente, que a pesar de la crisis de seguridad que atravesamos todavía piensen primero en las apariencias que en la aceptación del problema en su real magnitud para buscar soluciones.
Me pregunto como puede Duarte irse de fiesta al “Candelabro” o como se llame ahora, tomarse fotos en plena pachanga y mandarlas publicar, cuando sabe que hay familias que están sufriendo terriblemente,como la familia de la niña de Coatzacoalcos. ¿Porqué se burla de nosotros?
Aquí veo por ejemplo internas acusadas de secuestro que en su momento fueron presentadas como miembros de poderosos grupos criminales dedicados a la comisión de este delito, y que en realidad son muchachas muy jóvenes, cuyos novios o esposos pudieron estar involucrados en los mismos, pero como a ellos no los han podido detener, pues las detienen y encarcelan a ellas para poder anunciar “gran golpe a la delincuencia en Veracruz”
Por lo menos el 30% de las internas están relacionadas con esta clase de historias, y muchas de ellas, aunque no lo saben a ciencia cierta porque todas han sido abandonadas a su suerte por los verdaderos responsables. Me llama la atención que la mayoría han sido detenidas injustamente desde que Luis Ángel Bravo llego a la procuraduría de injusticia del estado.
Por ejemplo el caso de la niñera acusada de secuestro en la zona conurbada, aunque ella fue acusada de complicidad (que ella asegura no fue así) el autor intelectual sigue libre disfrutando del dinero que la familia pagó por rescatar a su pequeño… Y como ella, muchos casos más que ya les iré narrando, porque aunque las castiguen si hablan conmigo, es imposible viviendo en la misma cárcel 24 horas al día, no escuchar lo que comentan.
Que grave de verdad que la irresponsabilidad del Procurador, permita que la gente inocente siga siendo víctima de los delincuentes y que mujeres inocentes también sobrevivan en una inmunda prisión para que él se anote un puntito ante la opinión pública… ¿Cómo puede dormir tranquilo? ¿Cómo puede vivir en paz sabiendo el dolor y el daño que ha ocasionado a tantas familias?... El poder no es eterno y tarde o temprano la vida a todos pasa factura, la de él ya es impagable.
Además de la injusticia del encarcelamiento, muchas han padecido historias que parecen escenas de documentales de las dictaduras en el mundo, cuando los derechos humanos eran solo una buena idea. Atropellos, golpes, vejaciones, insultos a la hora de la detención, para obtener una declaración, y posteriormente durante el proceso “legal” y la reclusión.
Escucho sus expresiones cuando les digo que nadie tiene porque golpearlas o torturarlas, verdaderamente creen que estoy loca, o que vengo de un estado utópico. Aunque yo misma lo viví durante el traslado y las primeras horas de encarcelamiento en Tuxpan, y sé que este tipo de prácticas están vigentes como hace siglos, me cuesta trabajo entender que lo acepten como parte del “sistema judicial”, ¿cómo acepta la gente allá afuera que alguien de su familia desaparezca y los responsables de brindar seguridad se sigan paseando y fotografiando en eventos como si nada?
Culpables o inocentes todas y todos tenemos derecho a ser tratados y juzgados con apego a la ley, y más cuando “la ley” es aplicada por quien ha cometido más daño y peores delitos que a las o los que pretenden juzgar.
La inseguridad y la miseria van de la mano y como decía Santo Tomás Moro, un gobierno que educa delincuentes para luego castigarlos es mucho más responsable del delito que el que lo cometió
Padres y madres trabajando día y noche por un sueldo miserable, indigno, no tiene oportunidad de educar a nadie, si acaso si tiene “suerte” de darles de comer, pero hasta ahí…Hay un caso en particular aquí que después le narrare, pero que desde el primer día me ha llamado la atención porque ejemplifica, con extraordinaria claridad la teoría del político y pensador Ingles Tomas Moro. Una niña a la que la pobreza y la necesidad de su madre de trabajar hasta el cansancio, obligaron desde pequeña a sobrevivir a costa de lo que sea. Sin ningún escrúpulo, sin ninguna pena ni remordimiento. Escucharla y verla duele en lo más profundo, un expediente criminal como pasado y una larga condena como futuro y apenas tiene 20 años…
No sé a qué punto necesitamos llegar para entender que al gobierno estatal no le importa lo que nos ocurra, solo les interesa seguirnos robando descaradamente, pero espero que al menos por solidaridad con las familias que sufren en Veracruz nos obliguemos a sacudirnos los miedos para empezar a demostrar que juntos y organizados podemos frenar al monstruo que se apodero de nuestros destinos.
Hasta mañana